La palabra de Dios nos describe el verdadero amor. Cuando Dios entra a tu vida, y ese Amor indescriptible corre dentro de ti es que serás capaz de compartirlo a los demás, a tus seres queridos.
1 Corintios 13:4
Nos dice que el amor es sufrido; es decir si su pareja cae, el también cae y si tu pareja triunfa, tu también triunfas.
Es también benigno; el amor real piensa en cosas buenas, generosas para la otra persona, no hay maldad.
El amor no tiene envidia, no busca lo suyo; somos uno como pareja, no competimos unos con otros mas bien somos complemento entre mi esposa y yo. Si hay envidia, no hay el verdadero amor.
El amor no es jactancioso, es decir no nos vanagloriamos por lo que damos o por lo que hacemos. Cada uno tiene su rol en su hogar, las mujeres unos y los hombres otros.
No se envanece el verdadero amor, este perdura con el tiempo, no es fugaz, mas bien es permanente, firme y crece con el tiempo.
No hace nada indebido, cuando amas de verdad buscas no herir a la otra persona, mas bien te cuidas de no hacer cosas que lastimen a tu pareja.
El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
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